Un vuelo de United Airlines se ha visto obligado a hacer un aterrizaje de emergencia asistido por dos F-16 a causa de una pelea a puñetazos entre dos pasajeros a bordo, que discutían sobre un asiento reclinable, según informa el diario Washington Post.
Los aviones de combate asistieron al vuelo 990 con objeto de escoltarlo durante el desalojo de combustible, al que se vio obligado para reducir su peso con el fin de permitir un aterrizaje mas seguro, en la noche del domingo.
El Boeing 767, que partió del aeropuerto de Dulles de Washington con destino a Accra, en Ghana, transportaba 144 personas a bordo cuando se originó el pelea, según el portavoz de la Administración Federal de Aviación.
Según un informe de el Washington Post, uno de los pasajeros pudo haber inclinado demasiado el respaldo de su asiento, presumiblemente con la intención de tratar de dormir durante el vuelo, poniendo furioso al pasajero que viajaba detrás de él que, al parecer, no estaba dispuesto a tener la cabeza del primer pasajero en su regazo durante casi 11 horas.
El segundo pasajero golpeó al primer pasajero, y rápidamente se produjo una pelea a puñetazos. Una azafata y un pasajero intervinieron, y el piloto, que tiene plena autoridad sobre un vuelo una vez que está en el aire, decidió dar la vuelta.
Según un portavoz de la United Airlines, el piloto tomó esta decisión al no estar seguro de la magnitud del problema. Este exceso de precaución tuvo su origen en la idea de que pudiera tratarse de un atentado terrorista, y el temor del piloto pudo haberse agravado por el hecho de que todavía se encontraban relativamente cerca del espacio aéreo de Washington, DC, con todos los objetivos posibles dentro de esa área, como la Casa Blanca y el Pentágono.
Fuente: terra
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