Pocas compañías en el mundo pueden presumir de causar en sus usuarios el furor que despierta Apple en China,
donde la pasión de los adolescentes hacia la marca de la manzana roza
la militancia. Hace unas semanas recorrió el mundo, desde el teletipo
azul de Facebook, la historia de un chico de diecisiete años conocido
como Zheng, que vendió un riñón para conseguir un iPad de última generación y un ordenador portátil. Hoy es otra joven china la que ocupa nuestros muros. ¿Su deseo? Otro producto de Apple, el archiconocido iPhone.
La chica, cuya identidad no ha sido revelada, publicó un anuncio acompañado de fotografías personales en la red social Welbo,
muy popular en el país asiático; en él se ofrecía a mantener relaciones
sexuales a cambio del ansiado smartphone, después de que su madre se
negase a comprarlo. Las redes arden, el debate está servido: “Qué puede
llevar a una persona a ofrecer su virginidad a cambio de un gadget, un
mero cacharro tecnológico” se preguntan los usuarios en Twitter y en blogs especializados como Tengo un Mac.
Más allá de las consideraciones, secundarias, sobre el impacto que estas noticias tienen en la imagen de Apple como
marca, esta nueva fiebre por conseguir los últimos artilugios
tecnológicos podría tener una explicación sencilla: Siempre ha habido
personas dispuestas a ofrecer sexo o incluso un órgano a cambio de los
caprichos más insospechados, pero hasta la llegada de Internet no
contaban con un medio capaz de ponerlas en contacto con sus potenciales
“clientes”. La red, como sostiene el escritor argentino Hernán Casciari en su último libro, se habría convertido para ellas en “El nuevo paraíso de los tontos”.
Fuente: abc
La situación sucede en realidad en muchos sitios, no tan descarado.
ResponderEliminarJóvenes mujeres que se ofrecen a cambio de algo de dinero. A base de ir acumulando, se compran el móvil.
Penoso.