Una joven estadounidense de 18 años llamó a los servicios de emergencia durante la Nochevieja para saber si podía disparar a un presunto ladrón que estaba a punto de entrar en su casa.
Sarah McKinley finalmente mató al intruso, Justin Shane Martin, de 24 años, después de pedir a la operadora en un susurro: "Tengo dos armas, ¿puedo matarlo si cruza la puerta?".
"Debe hacer todo lo posible para protegerse", fue la respuesta. "No puedo decirle que puede hacerlo, pero tiene que hacer lo que haga falta para proteger a su bebé." A continuación, el operador escuchó el disparo de un arma de fuego.
La policía de la ciudad de Blanchard (Oklahoma) encontró el cuerpo de Justin Shane Martin con un cuchillo en la mano y desplomado en un sofá de la casa. Se ha establecido que la joven, cuyo marido murió el día de Navidad de cáncer, había actuado en defensa propia y la justicia ya ha anunciado que no investigará a la joven.
"La revisión del caso no indica que se haya violado la ley de ninguna manera", ha explicado la oficina del fiscal a la prensa local de Oklahoma. El ladrón "debería de habérselo pensado dos veces antes de entrar en la casa".
Fuente: lavanguardia
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