Si bien hay empresas que premian a sus buenos empleados con regalos, la reaseguradora alemana Munich Re, decidió darles un premio poco ortodoxo. Una filial de la reaseguradora alemana Munich Re, realizó un evento para sus agentes por la buena marcha del negocio con una fiesta de prostitutas en Budapest, Hungría.
La filial, que entonces se llamaba Hamburg-Mannheimer International y que en 2010 pasó a llamarse Ergo y a ser en su totalidad propiedad de Munich Re, reconoció que el 5 de junio de 2007 organizó un evento para cerca de cien empleados que tuvieron a su disposición a unas 20 prostitutas. Sin embargo, los “agasajados” afirmaron que había más de cien.
La fiesta se produjo en las históricas termas Gellert de Budapest, que fueron alquiladas por Hamburg-Mannheimer International.
Los participantes contaron al diario "Handelsblatt" en detalle el funcionamiento de la orgía. "Las mujeres llevaban cintas rojas o amarillas. Unas eran azafatas. Otras estaban para cumplir cualquier deseo", según un testimonio. "También había mujeres con cintas blancas, pero estaban reservadas para los directivos".
Junto a las termas históricas había camas con doseles y toallas. "Cualquiera podía llevarse una chica a la cama y hacer lo que quisiera", dijeron. Y precisaron: "Después de cada encuentro se le ponía un sello en el brazo a la mujer para que se supiera cuántas veces había sido frecuentada cada mujer".
Además, relataron que para participar de la orgía debían renunciar al uso de cámara de fotos y teléfono móvil. “Fuimos cacheados como en el control de seguridad de un aeropuerto", dijo uno de los agentes de seguros invitado.
Una portavoz de Ergo lamentó el caso, al que consideró "una grave violación de las directivas de la empresa".
La filial, que entonces se llamaba Hamburg-Mannheimer International y que en 2010 pasó a llamarse Ergo y a ser en su totalidad propiedad de Munich Re, reconoció que el 5 de junio de 2007 organizó un evento para cerca de cien empleados que tuvieron a su disposición a unas 20 prostitutas. Sin embargo, los “agasajados” afirmaron que había más de cien.
La fiesta se produjo en las históricas termas Gellert de Budapest, que fueron alquiladas por Hamburg-Mannheimer International.
Los participantes contaron al diario "Handelsblatt" en detalle el funcionamiento de la orgía. "Las mujeres llevaban cintas rojas o amarillas. Unas eran azafatas. Otras estaban para cumplir cualquier deseo", según un testimonio. "También había mujeres con cintas blancas, pero estaban reservadas para los directivos".
Junto a las termas históricas había camas con doseles y toallas. "Cualquiera podía llevarse una chica a la cama y hacer lo que quisiera", dijeron. Y precisaron: "Después de cada encuentro se le ponía un sello en el brazo a la mujer para que se supiera cuántas veces había sido frecuentada cada mujer".
Además, relataron que para participar de la orgía debían renunciar al uso de cámara de fotos y teléfono móvil. “Fuimos cacheados como en el control de seguridad de un aeropuerto", dijo uno de los agentes de seguros invitado.
Una portavoz de Ergo lamentó el caso, al que consideró "una grave violación de las directivas de la empresa".
Fuente: elintransigente
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