Daniel Amato estaba casado desde hacía 20 años con Marisa Carranza cuando se enteró de que ella le había sido infiel. Como consecuencia del engaño, quiso asfixiarla, la golpeó y le dio 21 puñaladas.
Inmediatamente después de atacarla, la llevó a un hospital de General Bustos, en Córdoba, donde la mujer fue atendida de urgencia y se salvó.
Durante el juicio, la mujer pidió que no juzguen a su marido y alegó que ella era la responsable del ataque porque le había sido infiel. Después, Amato le pidió disculpas delante de sus cuatro hijos y ella aceptó.
Tras los insólitos sucesos, los jueces cambiaron la figura de “tentativa de homicidio” por la de “lesiones graves”, lo que llevó a la Cámara Cuarta del Crimen de Córdoba a condenarlo a sólo 3 años de prisión y un tratamiento psicológico obligatorio.
Fuente: clarin
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