Cuánto es "mucho"? ¿Cuántas veces se puede llamar a tu novio, o a tu ex novio, sin llegar a espantarle o incluso que te acuse de acoso? Según una mujer holandesa residente en La Haya, 65.000 veces al año, es decir, una llamada cada 8,1 minutos durante un año entero, día y noche, es lo normal en una relación. E incluso asegura que puede llegar a ser "muy divertido".
El afectado, un hombre casado de 62 años, parece que no opina lo mismo y decidió acudir a la policía a finales del mes de agosto. El acecho se produjo continuamente en el periodo comprendido entre junio del 2010 y septiembre del 2011, contabilizándose un promedio de 178 llamadas al día. Se desconoce por qué la víctima no acudió a la justicia antes y soportó la situación durante casi un año, pero tampoco se sabe si su esposa era consciente de la actividad telefónica de su marido.
La supuesta amante, de 42 años, ha sido detenida y ha tenido que comparecer ante el juzgado de lo social de La Haya para dar explicaciones sobre su comportamiento, y ahora se encuentra en libertad a la espera de juicio. No obstante, ante la sospecha de que tal necesidad de comunicarse sea en realidad un delito de acoso sexual, el 'magistrado le ha impuesto una orden de alejamiento con la víctima que incluye la prohibición de contacto telefónico o vía correo electrónico. La justicia no ha facilitado la identidad de ambos.
Para terminar de arrojar dudas sobre el caso, el hombre niega haber tenido ninguna relación con la acusada, pero ésta sostiene que estuvieron juntos durante meses y su intensa comunicación formaba parte de sus costumbres habituales.
Si bien los casos de acoso por parte de mujeres sobre hombres son menos frecuentes que al contrario, estas conductas también se dan por parte de las féminas cada cierto tiempo. Sin embargo, la legislación sobre acoso contiene, de hecho, una forma de discriminación por razón de género lo que hace que los jueces tiendan a exonerar a la mujer en este tipo de circunstancias.
A criterio de los juristas, los casos de contacto excesivo son un problema de índole privada pero se convierten en delito cuando se producen amenazas o se utilizan los papeles atribuidos a los hombres y a las mujeres en la vida social y económica para conseguir otros objetivos.
Aunque se trata de un fenómeno más frecuente entre jóvenes y adolescentes, Holanda ya ha registrado otros casos similares en los que los protagonistas son personas maduras. En febrero de este año, en la ciudad de Eindhoven, al sur de los Países Bajos, una mujer fue denunciada por un hombre de 53 años por hostigamiento y acoso durante meses, tanto por vía telefónica como a través de correos electrónicos.
Fuente: lavanguardia
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