Según parece, éste hombre no andaba muy bien de la cabeza, y si no que se lo pregunten a los pasajeros del avión desde el cual Abdullah Seyd Ahmed decidió lanzarse al vacío para hablar con Dios, creyendo que estaba a una altura suficiente como para mantener una conversación con él.
El hombre intentó saltar del avión cuando éste se encontraba a 8.000 metros de altura. ¿Para qué? Pues según él: para hablar con Dios. Desde luego que para éste atrevido pasajero un despido es motivo suficiente para no importarle su vida e intentar pedir explicaciones y socorro a Dios.
Los pasajeros del avión con dirección El Cairo, procedente de Sharm Al Seikh, fueron testigos de cómo Abdullah Seyd Ahmed intentó abrir la puerta y saltar. Ante tal maniobra, algunos de ellos, junto a un oficial del servicio de seguridad, consiguieron reducirle y evitar que llevara a cabo su cometido inicial.
Desde ese instante, el pasajero pasó el resto del vuelo maniatado para evitar cualquier futura intentona. Una vez en tierra, Abdullah Seyd Ahmed aseguró, según publica el diario La Hora, que se encontraba de regreso a su ciudad natal tras haber sido despedido hacía una semana.
Ante la desesperación ante su situación personal, para Abdullah Seyd Ahmed la mejor manera de encontrar solución y explicación a sus problemas consistió en intentar lanzarse desde un avión a 8.000 metros de altura para “pedir a gritos” la ayuda de Dios.
Fuente: larazon
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